Fundamentos
Doctrina
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Existe un Solo Dios y su nombre es JESÚS el Señor. (Dt. 6:4, Fil. 2:9-11, 1 Jn. 5:20)
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El Padre, Hijo y Espíritu Santo son las manifestaciones del único Dios. (Col. 2:2, Rom. 9:5, 1 Ts. 2:16, 1 Timoteo 3:16 )
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La Iglesia del Señor Jesucristo no es una Organización político-religiosa o una denominación particular. (Mt. 16:18, Ef. 4:3-6, 1 Corintios. 12:11-14)
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El Bautismo por inmersión es requisito indispensable para la Salvación y debe ser invocando el Nombre del Señor Jesús el Cristo. (Mr. 16:15-16, )
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La vida Cristiana debe ser santa interior y exterior. (Hb. 12:14, 1 Ts. 5:22-23)
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La llenura del Espíritu Santo en la persona es imperativo, por ende, vivir los frutos del Espíritu. (Gal. 5:22-23)
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El pueblo de Israel es el Pueblo de Dios, su Primogénito. (Ex. 4:22)
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Israel y la Iglesia son los dos testigos de Apocalipsis. (Ap. 11:3-6)
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La Iglesia del Señor Jesús pasará por la gran tribulación y estará presente en la Tierra hasta que Cristo Vuelva otra vez.
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Creemos que la Biblia es la Bendita, Única e Infalible Palabra de Dios. Ella es creíble y verídica tal y como está escrita.
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El Cuerpo es el Templo del Espíritu Santo. (1 Cor. 6:15-20)
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El Único enemigo del Cristiano es Satanás y sus demonios. (Efesios 6:12)
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El Pueblo de Israel debe ser evangelizado para que crea en el Señor Jesús y se le quite la venda que hasta ahora tiene. (1 Cor. 3:13-16)
Semblanza
Pastor José Osorio
El Señor Jesús permitió al hermano José Osorio conocerle en Marzo de 1977 a la edad de 27 años. Su conversión al evangelio se dio debido a dos milagros realizados de manera simultanea en un pequeña congregación donde llegó por invitaciones de su vecina quién al saber que el pequeño hijo de 2 años de edad del entonces Sr. José agonizaba de una rara enfermedad incurable. La hermana lo invitó al culto de ese domingo en la mañana donde borracho e incrédulo, acompaño a su esposa y a su hijo moribundo al servicio donde la joven pastora Flor Crisóstomo en oración invocó el poderoso Nombre de Jesús el Señor y después de unos breves minutos de oración, el Dios Todopoderoso había sanado a su hijo de la enfermedad y a él lo había libertado de las garras del alcoholismo que lo tenía aprisionado desde los 19 años.
A partir de esa mañana, el ahora Hermano José Osorio empezó a servir a nuestro Señor Jesucristo con todo su corazón y fuerzas en compañía de su esposa e hijos. Al año siguiente (1978), Dios le llamó a su mies para ser Ministro de su palabra en su bendita obra, en la cual continuará hasta que Cristo vuelva otra vez.
Para estas fechas, aquella obra de Dios ha visto sus frutos en muchas vidas convertidas y alcanzadas por el mismo Evangelio que lo alcanzó y cambió a él.
Al Señor Jesucristo sea toda la Gloria por la eternidad. Amén.